PROCESO DE CREACIÓN DEL ESPECTÁCULO TEATRAL "TENGO MIEDO TORERO" BASADO EN LA NOVELA DEL ESCRITOR CHILENO PEDRO LEMEBEL.

SOBRE LA NOVELA

Tengo Miedo Torero, la primera novela de Pedro Lemebel, publicada en 2001, está narrada en tercera persona por un marcador de labios rosa que, lejos de toda inseguridad mariposona, atesta estocadas en el corazón del gobierno militar, desnudando, a todo tajo abierto, las debilidades de la masculinidad hegemónica que emerge con el general Augusto Pinochet. Lemebel exhibe los sostenes y las medias del Chile Dictatorial, entonces, con el objeto de dar una bofetada en los rostros de los “hombres valientes soldados” que, sin lugar a dudas, reorganizaron el modelo de relaciones de género.Pedro Lemebel estructura su texto sobre la base de dos historias que corren de manera paralela: el romance platónico de la Loca del Frente y el revolucionario Carlos y el matrimonio apocalíptico de Augusto Pinochet y Lucía Hiriart. Ambos relatos se conectan por el atentado del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, en el cual participan, de una forma u otra, la Loca y Carlos, contra el dictador en el Cajón del Maipú.

ELENCO:

Marcelo Iglesias es La Loca del Frente.

Carlos Linale es Carlos.

Hana Fleischmann es Lucía Hiriart de Pinochet.

Julieta Bottino es Laura.

Versión y Dirección: Gerardo Begérez

Asistente de Dirección: Agustina Barbosa.

Dirección cinematográfica: Horacio Reyes Páez

ESTRENO FEBRERO







 Primer ensayo de TENGO MIEDO TORERO de Pedro Lemebel. Primer contacto con el elenco. Primeras impresiones. Esbozo un epítome de obviedades que buscan un buen funcionamiento grupal. Puntualidad, ropa cómoda, disciplina, apropiación, estudio, idealismo, etc, etc.  Advierto algunas mañas divertidas. No logro tener una actitud recia más de 10 minutos. Sonrío. El lugar elegido para los ensayos me gusta, y mucho. El barrio, el aire, las luces, la ventana. Hablamos de lineamientos éticos, de profesionalismo, seriedad, y todas esas cosas que nunca está de más recordar. Me miran serios, como buscando algo más. Les confieso que estoy feliz por haber elegido el elenco ideal para este trabajo. Guiño a Agustina. Una perla que encontré, mi Asistente de Dirección.  Nos reímos y nos ponemos a trabajar. Tendremos un  prolongado sendero  por recorrer. Estas dos primeras semanas nos dedicaremos a conocernos en la  labor, instaurar redes  de confianza, consolidar el grupo. Les planteo varios ejercicios prácticos que nos conducen a ese objetivo. Se dan datos relevantes de la vida personal y artística de cada miembro del elenco mediante un juego. Trabajamos intercalando los grupos y se realizan varias improvisaciones con un estilo predeterminado. Se hace añicos el hielo más rápidamente de lo que esperaba. EL tiempo pasó demasiado rápido. Nos vamos todos riendo, alegres. Lemebel estuvo con nosotros en todo el ensayo, desde Chile, pero estuvo. El 16 nos encontraremos en Montevideo. Prometí llevarlo del brazo a caminar por la rambla.  Les dejo tareas para el próximo ensayo. Marcelo ya hizo un cd con la música que  se menciona en la novela. EL equipo de trabajo: Marcelo Iglesias, Carlos Linale, Hana Fleischmann, Julieta Bottino. Asistente de dirección: Agustina  Barbosa.
Ensayo 2  Ronda de improvisaciones con motivadores e impulsos variables. El trabajo se centra en buscar por esta vía que el equipo de trabajo se conozca más profundamente, que se relacionen, se amenicen las tensiones, las ansiedades y los nervios. Vislumbro un equipo muy inteligente. Las improvisaciones lo confirman. Se interrelacionan rápidamente, se buscan, se ríen mucho. Trabajan juntos. Se escuchan. Improvisan los cuatro situaciones disímiles. Muestran el trabajo que cada uno trajo preparado. Improvisan en dúo con la consigna “sin artificio, sin teatralidad”. Como tarea les pido que estudien el material existente relacionado a los hechos acaecidos en chile del 86. Particularizo los hechos según el personaje que trabaja cada uno. A Hana que vea todos los videos disponibles en la red, fotos de Lucía Hiriart, que estudie sus movimientos, su físico, su forma de hablar, de moverse. En el momento que lo pido, ella saca de su cartera (una especie de caja de pandora donde surgen cremas y diferentes perfumes) fotos y apuntes varios. A Marcelo que busque y escuche toda la música que se menciona en la novela. También se me adelanta y me entrega un cd que grabó con toda la música sugerida. A Julieta que prepare una forma no convencional de narración, centrándose en las primeras tres páginas.
Ensayo 3 Seguimos en la modalidad de improvisaciones libres. Empezamos con un sin fin simultáneo. Improvisación, situación ficticia “el posible encuentro entre Lucía Hiriart y Carlos”. Se logra un momento de tensión interesante, un diálogo con variantes.  Muestran trabajos.  Improvisan dos posibles comienzos del espectáculo. Marcelo muestra una secuencia con tres canciones, cada canción tiñe a la Loca de un estímulo distinto. Trabaja tres momentos importantes de la novela y los hilvana con los tres temas elegidos. Un trabajo inspirado que me sirve para visualizar algunas cosas técnicas y comienzo a proyectar a La Loca en él.







Ensayo 4 Empezamos el ensayo con un juego de improvisación que los despierte, los movilice y los incite. Como consigna les propongo armar en cuestión de minutos un espectáculo musical, tomando como estímulo la canción principal de la obra. Fue un momento de distención que sirvió como ejercicio de caldeamiento.  Otra improvisación. Una especie de reality show donde cada uno presenta y defiende su personaje y cuando aburre, cuando se atasca, se va del juego, lo eliminamos arbitrariamente. Improvisación, encuentro ficticio entre La Loca y Lucía. Improvisación de un encuentro ficticio entre Carlos y Laura, una posibilidad de confabulación, traman el atentado. Encuentro entre La Loca y Laura, escena de celos.







Ensayo 5  En este ensayo abordamos los personajes desde la periferia, desde una arquitectura externa. Con Hana trabajo cuatro máximas formales (no sonreír, nunca agudos, no exceder movimientos de hombros y manos, pausas mínimas) Empieza a transformarse, se maquilla, de perfuma, propone atuendos, sombreros, cambios, varios cambios. Camina, sale y entra, comienza a observarse y a disfrutar los cambios que experimenta. Es un placer verla trabajar, es una niña traviesa con sed de teatro. Descubrimos que ella usará lentes negros siempre, salvo en dos momentos cruciales de la acción. Disfruto muchísimo dirigirla. Hay una comunicación privilegiada entre nosotros. Se entrega y me entrego. Esa sensación extraña de confianza recíproca. Marcelo trabaja tres estados con la música de fondo, La Loca atravesada por la pobreza, la nostalgia y la soledad. Es el momento previo a conocer a Carlos. Vemos posibilidades estéticas del comienzo. Larga y productiva charla sobre las cosas que no queremos hacer. Caminatas con tacos, estará de tacos siempre. Transita por la casa, habla, se ríe, sonríe, baila de alegría. Hablamos de la estética, de la fina línea que hay entre la Loca y el travesti convencional. Una charla intensa y productiva que nos aclara muchos aspectos. Hacer propios los términos chilenos, el lunfardo chileno, el chilenismo propio del mundo Lemebel.  Cómo huir del arquetipo del gay, no darle a la gente el puto que vienen a buscar.







Ensayo 6 Improvisación del encuentro ficticio de todos los personajes en el velorio de Pinochet. Tuvimos que cortar abruptamente la improvisación debido a una explosión en carcajadas, durante la misma, la cabeza del supuesto Pinochet fue confundida con sus pies. Uno de los actores creía estar mirando su cara y antes había quedado claro que eran sus pies. Risas extendidas de todos.

Trabajamos una forma de actuación. Empezamos a desarrollar un estilo particular, a investigar sobre un carácter, jugamos con tres formas de actuación que fuimos alternando en cada improvisación individual. Se buscó en varios de los ejercicios una actuación verdadera, convencida, sin artificio pero con sangre, la no actuación en la actuación, una actuación viva, con existencia propia.







Ensayo 7 Trabajo intensamente dos de los monólogos de Lucía. Seguimos trabajando la forma del personaje, la ámbito, la fachada. El texto, por ahora pasa a segundo plano. Nuevos avances. Se vislumbran cosas altamente inspiradas. Me fascina trabajar de esta forma. El nivel de entrega de los cuatro es sorprendente.  Mientras trabajo con Hana, les pido a Marcelo y Julieta que charlen sobre la relación de La Loca y Laura, que busquen indicios en el texto de cómo es esa relación. Que lleguen a conclusiones.

Julieta realiza un trabajo. El momento más importante, que según ella, tiene su personaje. Hace intervenir a Marcelo. Ambos trabajan momentos previos al final de la novela, cuando Laura y La Loca hablan en el auto de forma extremadamente clandestina. Aparece un teléfono viejo y destartalado, enseguida pienso en incorporarlo. Hay credibilidad en el diálogo y en el vínculo que se establece entre ambos personajes. Paso a trabajar intensamente con Marcelo. Secuencia de la escena de las cajas, cuando Carlos comienza a entrar a la casa de La Loca las cajas con los supuestos libros. Ensaya el caminar, el taconear, la risa, nos reímos, La Loca está feliz, está mojada, excitada por ese hombre de “músculos viriles” que acaba de entrar a su casa. Hay una divertida connotación sexual en el orden de las cajas, en cómo va indicando a Calos que ponga cada una de las cajas en el interior de la casona.

Ensayo 8. Antes de empezar el ensayo, breve charla con el elenco sobre  mi cena con Lemebel en Montevideo. Las anécdotas, los cuentos, la caminata del brazo por la rambla, la cena sin alcohol, sus piropos al mozo, sus lineamientos de libertad, los regalos  y otras tantas sensaciones.
En este primer mes abordaremos todas las situaciones planteadas en la novela de forma anacrónica, edificando la escena desde la espontaneidad de la improvisación. Empezamos con la llamada telefónica que realiza la Loca a Doña Cata. Monólogo de los sombreros (Lucía Hiriart) continuamos abordando la forma del personaje, distintos volúmenes de la voz, Hana prueba nuevas acciones, acciones mínimas. Emprendemos un camino diferente con el personaje de Laura. Laura también será la novela, la voz de Lemebel, pero sólo en los temas que a ella le apasionan, los que le dan la razón de ser. Sabemos que la narración del la cena del 11 de setiembre y la del cumpleaños de Augusto deben estar presentes. Comenzamos a investigar alternativas de la narración. Trabajamos improvisación de La Loca hablando con Carlos sobre su relación con su padre, sin dramatismo, asimilación, un dolor superado. Planifico el ensayo intensivo del jueves, les comunico qué fragmentos de la novela abordaremos.
Ensayo 9. Dedico intensamente la primer parte del ensayo a los monólogos de Lucía Hiriart. Trabajamos un nuevo, Hana propone ciertos movimientos. Intervengo en la escena, la modifico, me le aproximo mucho, quizá demasiado. Siento una pulsión extraña dirigiendo esto, nunca me había pasado, una necesidad anómala de participar en la acción, de modificarla con mi cuerpo. Tomamos algunas ideas previas y trabajamos sobre ella. Es deslumbrante ver trabajar a Hana, verla llegar con bolsos, perfumes, cremas, extrae sustancias y maquillajes y sombreros. Le prohibí que sonría, nada más desatinado, por momentos surge una risa contenida que se transforma en carcajada. Ella está empezando a amar a esta frívola genocida, y así debe ser. Hana es una actriz muy comprometida, con un pasado de persecución militante, conoce la historia desde dentro. Estoy disfrutando mucho esta transformación. Por momentos el parecido físico con La Hiriart, es sorprendente.
Paso a trabajar con Laura (Julieta Bottino) la narración de la cena del 11 de setiembre. Es una actriz  que sabe buscar en los lugares correctos, es muy intuitiva pero con la cuota justa de racionalidad. Me divierten sus acotaciones, inteligentes siempre. Disfruto de esa conexión única del director y el actor. Intervengo, la sigo muy de cerca. A veces la intimido y le digo, acostúmbrate nena, yo estaré acá, con vos, no te voy a dejar sola. Aparecen acciones que potencian el texto. Trato de sacarle solemnidad a la narración, entiende rápido mi cabeza y nos ponemos contentos.  Se suma al equipo Soledad, una fotógrafa que seguirá todo el proceso de ensayo en fotos. También transita por la escena pero su lente no es una invasión. Es bienvenida y se siente muy cómoda, dijo. La Loca (Marcelo Iglesias) muestra lo que preparó. Pido que lo repita y voy guiando la improvisación, lanzando a los gritos motivaciones, golpes de puerta, cambios abruptos. Encuentra una forma genial de accionar un momento de melancolía y patetismo kitsch que sufre La Loca cuando Carlos se va sin decirle nada luego del picnic. Es fascinante ver trabajar a Marcelo. Cuando se concentra parece enojado. Unos minutos antes de pasar a trabajar la escena pone una cara terrible, qué seriedad. Estoy feliz con este elenco.
Ensayo 10. Organizo el ensayo previamente, junto a Agustina. Tratamos de optimizar el tiempo y que los tres puedas trabajar intensamente. Empiezo con los monólogos de Lucía Hiriart. Hana trae nuevas propuestas de vestuario y sombreros. Pequeños detalles, sutilezas, ocurrencias producto de su aguda observación al personaje real. Nos descubrimos en cada ensayo y siento que me enamoro. No soy de los que se pierden enamorados en las propuestas seductoras, pero con ella me está pasando algo similar. Me maravillo con la transformación que se acrecienta en cada ensayo, con cada motivador nuevo, estudia a esta conchuda sin pensar que es una gran conchuda. Eso humaniza, la hace carne. Desde un principio ambos sabemos que no podemos juzgarla. Tenemos que exhibirla, exponerla. Ella solita se condena y se  corroe en la excreción de su propio accionar. Ella sugiere empezar a definir el texto. Se lo permito, pero no es algo que me preocupe aún. Retomamos la escena donde la Loca llama a la mujer de un importante General, Doña Cata. Marcelo perdió un poco la naturalidad del llamado y la jocosidad  del relato inventado, esa hitoria de familiares ficticios que la Loca va inventando en el momento mientras piensa cómo limpiará el mantel manchado de amor, que Doña cata le exige. Marcelo enseguida se acomoda e inventa nuevas acciones que ayudan a dar veracidad al llamado. Disfruto mucho esa escena, ese esbozo de escena. Julieta trae preparado, sin que se lo haya solicitado, una propuesta de la narración del cumpleaños de Augusto. Me sorprende. Me gusta mucho verla inventar, tiene una forma contagiosa de entusiasmarse e implicarse. Es gracioso ver su método de memorización, pero es infalible.   
Ensayo 11.   Ensayamos intensamente únicamente con Carlos y La Loca.   Limpiamos la secuencia de las cajas. Registro de miradas de reojo que le lanza Carlos mientras ella le da indicaciones de dónde colocar las cajas. Notamos que debemos disminuir la cantidad de cajas, porque queda demasiado extensa. Le doy libertad a Marcelo para que, en cada ensayo, tenga un diálogo diferente con la vecina en la puerta. Abordamos una escena que no debió ser. Recreamos un pensamiento de la Loca y lo concretamos como realidad posible, lo mostramos y luego aclaramos que nunca existió. Quedamos conformes, muy conformes con ese juego escénico. Primera aproximación a la escena donde Carlos, tras haber tomado mucho alcohol, le cuenta un secreto de juego de descubrimiento homosexual en su adolescencia. Abruptamente se corta la luz en la sala de ensayo. Eso contribuye a generar un clima más óptimo para la escena donde Carlos entra una especie de misil a la casa. Improvisamos las acciones y el texto. Me sorprende los avances alcanzados en este ensayo. Hay una extraña conexión entre ambos actores que agiliza mucho el proceso. Un ensayo muy fructífero.

Ensayo 12.   Breve charla sobre lineamientos a seguir en el ensayo. Extraño a Agustina que no viene los jueves. Grandes avances en Julieta. Afrontamos la narración de la cena del 11 de setiembre. Logro hacerme entender. Ese momento de felicidad que se experimenta cuando el actor entiende la esencia del paradigma trazado. Advierto el peligro de la que forma le gane al contenido. Narrar no es ilustrar. Hablamos de las variantes. Limito algunos gestos redundantes. Incluimos a La Loca en la narración y veo hallazgos en los movimientos, simples pero a la vez inteligentes. Marco un tránsito inicial mixturado con la narración de Julieta. Marcelo capta rápidamente los matices de La Loca. Está inspirado, concentrado. Le obligo a anotar todos los movimientos en su cuaderno. Julieta hace lo mismo.
Pasamos a la narración del cumpleaños de Augusto. Encontramos una forma de darle vida a la narración, de generar un torrente de imágenes fugaces  que se entremezclan con los hechos narrados y con el realismo de la historia principal. Julieta tiene una capacidad admirable de retener el texto rápidamente en su memoria.
 Ensayo 13.   Durante el ensayo, Soledad Tejón saca fotos. Trabajamos intensamente las primeras escenas entre La Loca y Carlos. Me hipnotiza verlos trabajar, sin embargo, trato de que ese encanto no nuble mi mirada. EL tiempo corre demasiado  rápido, vuela. Pero lo transitamos de forma vertiginosa, apresurados en la inspiración. A veces tengo la sensación de que me apuro demasiado. Pero es el time del proceso, de éste proceso. A veces temo que haya quedado impregnado con los ritmos y los tiempos propios de los semimontados que hice, donde el tiempo funciona más aceleradamente y debo precipitarlo todo. Me observo a la distancia, me visualizo. Consulto a Agustina, una perla en el océano que encontré, ella me hace un guiñada  en cada ensayo y eso me tranquiliza. Me descubro riéndome demasiado. Nunca es demasiado. Me cuestiono si es normal que estas primeras escenas desprendan tanta risa. No lo buscamos, sucede. Entonces, quizá, debamos dejarlo pasar, sentirlo propio.

Ensayo 14.  Trabajo con la voz de Hana, buscamos diferentes volúmenes, dejando los agudos de lado.  Buscar la verdad en la actuación, todo real, sin actuar. Obsesión por la verdad menos mentirosa. De fondo esta la marcha de Radetsky, la marcha preferida de Pinochet. Hablamos de la fusión entre el primer parlamento de la loca y la escena del picnic que será audiovisual. Es una prolongación de momentos, tal cual como lo sugirió Lemebel.  Lucía comienza a hablar, se sienta, busca maquillaje en la cartera. Ejemplo de sonrisa: en 3 tiempos, lo dice, mira a público, sonríe y corta. Hay una acción que me encanta ver, es síntesis pura. Habla de el calor que hace en la habitación, se quita el chal. Dejo libertad para que maneje la letra a su antojo, pero le exijo una línea de acción clara, limpia, precisa.
Escena de la cena del 11 de setiembre. Debe haber vértigo, sangre muerte, todo condensado en la narración. Pido a Julieta que apenas entra la música aumente el volumen de su voz. Le cuesta.  Marcelo camina sin tacos pero es como si los tuviera. Trato de que escapen de la ilustración de subrayar lo que dicen con la acción.  Escena llamado Catita: Buscar una motivación antes de la escena. Ella espera que Carlos la llama, decepción por la respuesta de su vecina.   Buscar que se vaya equivocando de  datos o inventando la excusa en el momento. Ritmo en los diálogos, no abusar de las pausas. Aceleración por momentos. Cumpleaños Augustito: Recorrer los 4 ángulos de la escena cuando representa a la madre.
Cuidar ciertos momentos que está un poco recitado (la segunda vez, no se vio) Monólogo Pistola de Hitler: Disfrutar el hecho de que ella se dio cuenta de la estafa en la que estaba por ser víctima  su marido Pinochet  al querer comprar la pistola.